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Comunicación intercultural en el trabajo transnacional

¿Cuáles son los retos de la comunicación intercultural?

Párate un momento a pensar: un domingo, durante un paseo por la ciudad, te encuentras con un amigo que conoces por tu servicio de voluntariado. Ella es de algún país en el mediterráneo, tal vez Italia. No os conocéis muy bien, pero cuando os veis, ambos disfrutáis hablando. Tu amiga te saluda calurosamente y te ofrece – lo que tu interpretas como – una abundancia de cumplidos sobre tu apariencia.

¿Cómo entenderías los cumplidos? A) como una forma agradable de iniciar una conversación, aunque sabes que pueden ser un poco exagerados o B) crees que son embarazosos y nada sinceros.

Dependiendo de tu origen cultural puedes decidirte por a) o b).

Los desafíos en la comunicación intercultural pueden manifestarse en tres niveles diferentes: a) en el nivel verbal, b) no verbal y c) en el nivel de valores. Sólo podemos dar una introducción de este interesante pero complejo campo a continuación.

a) El nivel verbal:

La forma en que las personas se saludan, entablan una conversación, los temas de los que les gusta hablar e incluso la forma en que estructuran su estrategia de habla para ciertos temas están influidos por la cultura. Es probable que ya hayas oído hablar de rituales de saludo complejos (con preguntas y respuestas fijas sobre la familia, los miembros de la familia y su bienestar) en los países africanos (Lüsebrink, 2016, 57). Ignorarlas implicaría una falta de cortesía y podría llevar al final de la conversación.

También para comenzar una conversación las culturas tienen diferentes métodos. A algunas culturas les gusta empezar con un cumplido: “Qué camisa tan única llevas hoy. Ese color está hecho para ti” (culturas del Mediterráneo como Italia, ver también el ejemplo anterior), sabiendo que el cumplido es sólo el comienzo de un intercambio verbal informal.

También preguntas simples como “¿How are you today?” de las culturas anglosajona y angloamericana y el “ça va?” francés (Lüsebrink, 2016, 61) están vinculadas a la cultura. No se espera recibir una respuesta sincera y esto crearía una situación incómoda.

Tal vez hayas experimentado lo diferente que pueden ser los turnos y el silencio en una conversación, dependiendo de la influencia cultural de los participantes de la conversación. Los hablantes de las culturas germánicas preferirán una secuencia ordenada de turnos, mientras que otras culturas como las del Mediterráneo probablemente empiecen su turno antes, lo que puede parecer maleducado a los compañeros de otras culturas. Más de treinta segundos de silencio parecen inaceptables en las culturas alemana, mediterránea y angloamericana y se pueden interpretar como una falta de interés, mientras que esto no ocurre en las culturas finlandesa y china (Lüsebrink, 2016, p. 57).

Dependiendo del origen cultural, algunos temas son más adecuados que otros en la conversación. En las culturas germánicas hablar de asuntos familiares y financieros privados como la falta de hijos y los salarios parece menos apropiado que en otras culturas (véase también Lüsebrink, 2016, p. 59).

b) El nivel no verbal:

Párate un momento a pensar: ¿Alguna vez has pensado por qué las mesas de conferencias son tan grandes? ¿Has notado las diferencias de su tamaño entre las culturas?

https://pixabay.com/de/photos/treffen-moderne-zimmer-konferenz-1177454/

El lenguaje corporal (los gestos, la mímica, el movimiento de los ojos) y la distancia física del cuerpo que se mantiene durante una conversación en relación con los demás (proximidad) es un universal en todos los humanos. Todos los seres humanos, independientemente de su origen cultural, son capaces de reconocer emociones y estados de ánimo como la agresividad, la comodidad, la familiaridad, etc. Esta es una facultad universal.

Sin embargo, la forma en que estos elementos se muestran varía de una cultura a otra. Por ejemplo, los gestos pueden ser engañosos y pueden causar vergüenza, confusión o enfado. Piense en el gesto que simboliza la breve declaración americana

“Ok!, en Francia el mismo gesto significa “esto no es nada” (véase Pease, 2013, p. 108).
https://pixabay.com/de/photos/okay-a-ok-frau-ja-positiv-symbol-2385794/

Dependiendo del origen cultural, gesticular durante una conversación también puede que no se entienda. La gesticulación frecuente puede considerarse una señal de atención e interés en algunas culturas (mediterráneas), mientras que la misma frecuencia puede entenderse como una participación emocional intensa y una manifestación de comportamiento agresivo en otras culturas (germánica).

El significado de las expresiones faciales como la sonrisa puede ser muy diferente en las distintas culturas. En la mayoría de las culturas europeas se puede tomar como una expresión de felicidad o tranquilidad, sin embargo, algunas culturas asiáticas muestran esta reacción en situaciones de vergüenza o incertidumbre. En las culturas europeas, establecer el contacto visual es una manera de crear confianza y abrirse en una relación; en otras culturas, como la asiática y la musulmana, puede verse como algo descortés y agresivo. En el pensamiento musulmán, establecer contacto visual con una mujer puede comprometer su honor y su integridad.

La cantidad de espacio que un cuerpo ocupa durante una conversación está influenciada por la cultura y puede tener un significado simbólico. Se sabe, por ejemplo, que en algunas culturas árabes, asiáticas, del sur de Europa o latinoamericanas la distancia aceptable entre los cuerpos en los encuentros formales es menor que en las norteamericanas o del norte de Europa. También la posición de los cuerpos es diferente: en los países árabes, por ejemplo, las personas se colocan más cerca unas de otras que en los Estados Unidos o en los países europeos. (Ver Lüsebrink, 2016, p. 62).

a) El nivel de los valores

Las culturas tienen diferentes valores y actitudes que determinan lo que los miembros de una cierta cultura creen que es importante y cómo interactúan con otras personas [La dimensión de la cultura ver unidad 1 ENLACE]. Estos valores y actitudes se muestran también en la comunicación. Cuando los hablantes difieren fuertemente en sus actitudes, sus creencias, sus valores, estas diferencias pueden conducir a malentendidos y problemas críticos en situaciones interculturales (Barmeyer, 2012, p. 84).