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Internacionalización para Organizaciones sin Ánimo de Lucro

Los beneficios y riesgos de la internacionalización

En la unidad 1 “Definición de la internacionalización” hablamos sobre este fenómeno y lo hemos definido como el resultado de la aplicación de varias estrategias diferentes que tienen en cuenta los recursos y capacidades de la organización/empresa en cuestión, así como sus propias oportunidades (y amenazas) en su entorno internacional, con el objetivo de trasladar su actividad, total o parcialmente, a ese entorno internacional, y así generar diferentes tipos de corrientes (de conocimiento, de recursos, financieros…) entre los países implicados. O, en otras palabras, globalizarse.

La globalización es uno de los términos más importantes cuando se habla de internacionalización, ya que puede considerarse tanto causa como efecto de la propia internacionalización y, por lo tanto, generalmente comparte la mayoría de sus beneficios, riesgos y defectos. La globalización dio a los países en desarrollo la oportunidad de acceder a los mercados extranjeros, así como de importar y exportar bienes baratos, mejorando el desarrollo económico mediante la competencia y un mercado mundial, y aumentando el intercambio de información entre los países.

Imagen de Jan Vašek dePixabay

Centrándonos en la internacionalización, como ya hemos visto en unidades anteriores, los principales beneficios son que la internacionalización ayuda a tu organización a obtener visibilidad a nivel internacional, lo que aumenta la conciencia de la causa de tu organización. También aumenta el número de posibles donantes y su compromiso con el propósito de la organización, su impacto (llegar a más personas que necesitan tu trabajo en otros países de tu entorno internacional) y los posibles ingresos de fondos y otros recursos. Ayuda a tu organización a conocer a otras con fines similares o relacionados (creando tu propia red) y, de ese modo, a crear colaboraciones, lo que ayuda a ganar prestigio y reconocimiento internacional en el proceso. Desde el punto de vista económico, ayuda a reducir los gastos y a obtener una mayor rentabilidad del uso de esos fondos y recursos.

Sin embargo, la internacionalización también conlleva varios riesgos que hay que tener en cuenta para tener éxito. En lo que respecta a la estrategia organizativa necesaria para llevar tu actividad a otro país, hay muchos riesgos: en primer lugar, la financiación prevista para el proyecto (que, por sí misma, implica un aumento de los gastos para tu organización) puede calcularse mal, provocando costes adicionales inasumibles. Por otro lado, puede que los procedimientos o el modo de trabajo de tu no se adapten bien a este nuevo país, así como a sus políticas, leyes y cultura. Habrá gastos adicionales para enviar a personas de tu organización al nuevo país y para investigar las posibilidades de colaboración. En general, los gastos de gestión de tu organización aumentarán exponencialmente.

En lo que respecta a la gestión de los proyectos realizados en otros países, tu organización tiene que estar preparada para soportar simultáneamente situaciones diferentes en países diferentes, y los canales de comunicación tienen que mejorar y utilizarse regularmente. Además, es fundamental tener éxito a la hora de encontrar socios en ese país, mejorar sus relaciones con ellos y crear alianzas eficaces con algunos de ellos. Otro aspecto crucial es enfrentarse a las diferencias culturales, políticas y jurídicas entre los países. Las políticas fiscales pueden variar mucho, así como la estabilidad política y económica del país de destino. Y todo ello sin tener en cuenta la barrera lingüística y cultural.

Podemos resumir toda esta información en la siguiente tabla, presentando de forma visual los principales beneficios y riesgos de la internacionalización: