Internacionalización para Organizaciones sin Ánimo de Lucro

La globalización ha brindado a muchas economías la oportunidad de prosperar, creando redes de negocios y proporcionando los recursos necesarios, como una especie de intercambio entre varios países. Sin embargo, también ha creado desigualdades, ya que los países subdesarrollados han visto cómo los países más ricos se aprovechan de sus recursos sin tener precios justos o desarrollando ventajas con esas operaciones comerciales. Esto ha dado lugar a un aumento de los niveles de pobreza en zonas del mundo que ya eran pobres, debilitando las instituciones políticas de esos países que, en la mayoría de los casos, no pueden proporcionar los servicios básicos que necesita su población. Aquí es donde las asociaciones de voluntariado desempeñan un papel.

Como han manifestado los investigadores Betty Plewes y Rieky Stuart, “Las asociaciones envían voluntarios para participar en programas para reducir la pobreza, promover la justicia social y/o contribuir a la paz. Se asocian con organizaciones a menudo en la sociedad, pero a veces en el sector público y privado que acogen a los voluntarios. A menudo se hace hincapié en la transferencia de habilidades y el fortalecimiento de la capacidad organizativa“.

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En la lección “Definiendo la internacionalización”, concluimos que una buena definición de ese término podría ser la siguiente: “la Internacionalización de las organizaciones/empresas es el resultado de la aplicación de varias estrategias diferentes que tienen en cuenta los recursos y capacidades de la organización/empresa en cuestión, así como sus propias oportunidades (y amenazas) en un entorno internacional, con el objetivo de trasladar su actividad, total o parcialmente, a ese entorno internacional y así generar diferentes tipos de corrientes (de conocimientos, recursos, financieras…) entre los países implicados”.

Si tratamos de estudiar este tema, buscando artículos e información sobre él, vemos que parece estar relacionado solamente con los negocios: la internacionalización de las empresas. Esto se puede explicar porque investigadores y profesores universitarios de todo el mundo lo han analizado profundamente, pero sólo en lo que respecta a la economía, el comercio y los negocios. La falta de recursos (ya sea de materias primas, clientes, mercado…) y la voluntad de crecer de manera continua empuja a muchas empresas a la internacionalización. Entonces, ¿por qué las asociaciones de voluntariado podrían estar interesadas en ello? ¿Cuáles son sus intereses? ¿Qué es lo que buscan?

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Las asociaciones de voluntariado se diferencian de las empresas tanto por sus intereses como por sus objetivos, ya que su capacidad de crecimiento no depende tanto de los recursos internos, sino más bien de su capacidad para crear y mantener vínculos con personas y otras organizaciones, con el fin de obtener más fondos y donaciones, para mejorar sus instalaciones y reforzar su actividad. Esto hace que, como hemos visto en las unidades anteriores, las asociaciones de voluntariado que desean expandirse a otros países incurran en elevados costos al buscar fondos y nuevos donantes, así como al administrar esos nuevos recursos económicos. No obstante, cuando una organización alcanza un nivel de internacionalización significativo, la red de donantes que se ha creado durante el proceso, así como los socios a los que ha conocido, reducirán los costos y proporcionarán fuentes de recursos mejores, que mejoran su capacidad para llevar a cabo su trabajo o causa.

Por otra parte, las organizaciones de voluntarios buscan nuevas oportunidades para realizar su trabajo y ser útiles.  Por lo tanto, convertirse en una organización internacional abre la puerta a una amplia variedad de regiones subdesarrolladas, que no cuentan con instituciones sólidas que proporcionen los servicios y la ayuda que esas organizaciones pueden ofrecer. Estas asociaciones buscan áreas que necesiten su trabajo, así como la idoneidad para que se lleve a cabo un proyecto internacional (donantes, voluntarios, estabilidad política…).

En el siguiente gráfico se muestra el proceso de crecimiento que supone la internacionalización, en el que cada uno de los círculos representa un motivo para internacionalizarse:

Como se puede comprobar, las organizaciones tienen varias razones para internacionalizarse, que además están relacionadas entre sí. Es un proceso complejo que implica diferentes agentes y factores, donde cada paso refuerza el siguiente. Lo primero que ocurre cuando una organización inicia un proyecto en otro país es que su visibilidad y reconocimiento crece exponencialmente, ya que mucha gente llega a conocer la organización, su finalidad y sus miembros. Esto conduce a la creación de una nueva red, de personas de ese país y otras organizaciones con propósitos similares o complementarios. Esta red será la clave del éxito en el proceso de internacionalización, ya que proporciona la ayuda y el apoyo necesarios para superar los riesgos que conlleva para una asociación.

Gracias a esa red y a la visibilidad obtenida durante la internacionalización, aparecerán nuevos posibles donantes y financiadores. Este es un factor crucial del proceso, ya que es necesario para hacer frente a los gastos adicionales que la internacionalización traerá a la organización al principio. La consecuencia inmediata de ello es el acceso a más recursos, mejores instalaciones y la mejora, en general, de la eficiencia de su uso.

Este proceso finalizará con el desarrollo de una mayor capacidad de la organización para proporcionar su trabajo y cumplir su propósito. Esa es la principal consecuencia y razón de la internacionalización de una organización: mejorar el impacto en el público objetivo y contribuir mucho más al cumplimiento de los objetivos.

Para un enfoque más detallado de por qué su organización debe internacionalizarse, puede consultar la unidad 1. Por otra parte, para un análisis más detallado de los beneficios de la internacionalización, así como de sus riesgos y otras preocupaciones, puede consultar la unidad 3.

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