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Internacionalización para Organizaciones sin Ánimo de Lucro

Hacer un análisis FODA

Las organizaciones y las pymes se enfrentan diariamente al reto de ser más productivas y eficientes, con el fin de obtener más beneficios de sus recursos y alcanzar sus objetivos. Se convierte en un proceso continuo de creación, implementación y evaluación de decisiones para superar los problemas, para asegurar el logro de sus objetivos. Este proceso se denomina Administración Estratégica.

En palabras de los investigadores Emet Gürel y Merba Tat, “la administración estratégica consiste en el análisis, las decisiones y las acciones que una organización lleva a cabo para crear y mantener ventajas competitivas. El proceso de administración estratégica es un conjunto secuencial de análisis y decisiones que pueden aumentar la probabilidad de que una organización elija una ‘buena estrategia’, es decir, que genere ventajas competitivas“. Toda organización debe diseñar una estrategia a largo plazo al comienzo de su actividad, definiendo sus aspiraciones e identificando los posibles riesgos y amenazas que debe tratar de evitar durante el proceso.

Para ello, las organizaciones utilizan un análisis externo e interno, o el llamado análisis FODA. El análisis FODA es una herramienta que trata cuatro áreas en dos dimensiones. Tiene cuatro componentes: Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas. Las Fortalezas y Debilidades son factores internos y atributos de la organización, mientras que las Oportunidades y Amenazas son factores externos y atributos del entorno del mercado. Esto se puede ver fácilmente en el siguiente gráfico:

Pero ¿qué significa cada componente del análisis FODA? Analicémoslos:

  • Fortalezas: Según los profesores J.A. Pearce y R.B. Robinson, una fortaleza es un “recurso, habilidad u otra ventaja en relación con los competidores y las necesidades de los mercados a los que una organización sirve o espera servir. Es una competencia distintiva que da a la organización una ventaja comparativa en el mercado. Pueden existir fortalezas en relación con los recursos financieros, la imagen, el liderazgo del mercado, las relaciones entre compradores y proveedores y otros factores“.

En otras palabras, los puntos fuertes de un proyecto, organización o empresa son las competencias y valores específicos que pueden marcar la diferencia en su “mercado”, proporcionando diferentes ventajas frente a sus competidores y un uso eficiente de sus recursos. Obviamente, cuando hablamos de organizaciones sin ánimo de lucro, no estamos hablando de una competición dentro de un “mercado”, sino del potencial para aportar algo novedoso a un entorno existente: un enfoque diferente de un problema social, un método innovador para tratar ese problema, etc. Además, los recursos financieros pueden marcar una gran diferencia como fortaleza de tu organización, y por lo tanto un uso adecuado de los recursos y fondos, junto con una buena difusión, puede ser una de las principales fortalezas de tus proyectos.

Foto de Victor Freitas en Unsplash

  • Debilidades: este componente es lo opuesto a las fortalezas, ya que se refiere a las desventajas y la falta de competencia de una organización o proyecto. Es una situación en la que los competidores de una organización superan sus capacidades actuales, dándole una desventaja frente a ellos, y siendo menos eficiente y eficaz que ellos.

Estos aspectos afectan negativamente al rendimiento de la organización y hacen a la organización más débil en comparación con sus competidores. En consecuencia, la organización no es capaz de responder ante un posible problema u oportunidad y no puede adaptarse a los posibles cambios. Es fundamental que toda organización reconozca e identifique sus puntos débiles lo antes posible, a fin de evitar problemas y dificultades a largo plazo, y de predecir adecuadamente el futuro de sus proyectos. Ni la planificación ni la creación de estrategias deben hacerse sin tener en cuenta las debilidades actuales y futuras de la organización, ya que son tan importantes como las fortalezas (¡si no más!).

  • Las oportunidades: este componente es el primer factor externo que debe tenerse en cuenta al analizar tu entorno internacional y de mercado. Una oportunidad es la posibilidad de aprovechar una situación concreta actual o futura, cuyas características son favorables para que se lleve a cabo una acción. Esta acción puede ser un nuevo proyecto, la creación de una organización, un nuevo enfoque a un problema específico, etc.

La búsqueda de oportunidades en diferentes países es la clave de la internacionalización, como veremos a continuación. Analizar la situación de un país e identificar las oportunidades y posibilidades de tu organización para que sea útil es una obligación antes de iniciar proyectos de internacionalización, y una previsión errónea de la misma puede llevar a su fracaso, así como a amenazas.

Foto de Markus Winkler en Unsplash

  • Amenazas: Una amenaza es el riesgo de que se produzca una situación desfavorable que afecte negativamente a tu proyecto/organización, lo que complicaría su camino para alcanzar los objetivos propuestos, o incluso los haría imposibles de alcanzar. Cuando se habla de internacionalización, las amenazas para nuestra organización van a depender en gran medida del país al que decidamos ir. Por ello, ambos temas, el análisis FODA y los países, están profundamente relacionados entre sí, como veremos a continuación.

Para superar estas amenazas, es necesario afianzar nuestras fortalezas y preparar nuestra organización/proyecto para cuando esas amenazas se conviertan en realidades. La internacionalización a menudo implica trabajar en países peligrosos e inestables, donde los sistemas políticos, sociales, demográficos, culturales, legales y económicos pueden cambiar rápida y violentamente, poniendo en peligro nuestros objetivos.